3 oct 2019

Los similares nos reconocemos

ÉL♥: "Soy X"
Yo: "X muchas gracias por tu feedback. Ya agendé tu tel. Nos vemos el jueves. Un abrazo" (sutil, no le dije "un beso", siempre correcta y profesional)
♥: "Gracias a vos por tu apertura y claridad (mi nombre, sin apellido esta vez)
Me gustó mucho conocerte  (y muchos emojis)"
Yo: "A mi también 😊" (uno sólo, cauta, reservada, midiendo)
♥: "Es el comienzo de cosas buenas   vas a ver (mi nombre)"
♥: "Lo presiento"
Yo: "Que lindo y sincero!!! (no lo pude evitar al leerlo entregarse así) Ojalá así sea. Nada sucede porque si y los similares nos reconocemos" (esa frase me bajó en ese instante, nunca antes la había dicho).
Él ♥: "Que tengas un buen viaje y contame como llegasté" (me pareció caballeroso y encantador)
Yo: "Muchas gracias! 
Lo haré".
Él: "(emoji de pulgar arriba)"

13 lineas que nos cambiarían la vida, a los dos. 

El primer chat que manejamos y ya hablábamos de destino, de lo que nos gustamos, de presentimientos y premoniciones, de felicidad, encuentros, futuro, sensación de complitud y de leernos a través de lo simplemente aparente.

Si me preguntás si alguna vez me pasó esto en mi largo camino, te lo respondo sin necesidad de pensarlo: Nunca.

Ese rayo -que le llaman- que te paraliza y te deja sordo, lo viví en una ciudad lejana a casa, de color verde, sol cálido, apacible y de ojos grandes. 

El paisaje más hermoso vislumbrado nunca, el momento del antes y el después en mi vida.

Porque los similares no sólo nos reconocemos, también y agrego hoy:
nos reencontramos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las palabras nunca son inocentes