¿Sabés porque me doy cuenta que lo amo?, le dije a una amiga.
"Porque acepto tal y como es todo, su presente, su pasado y su futuro. Nunca me había pasado, siempre algo les quería cambiar, les faltaba o no me gustaba, no me cerraba. Es la primera vez que amo hasta el color blanquecino de su pelo, sus manos llenas de pecas fruto de haber trabajado de sol a sol desde chiquito sin feriados, sin Día del Estudiante, lo amo de inicio a fin.
Amo sus arrugas, su cara tan expresiva que se le nota todo, sobre todo cuando algo le gusta. Su lunar en la mejilla izquierda. Su boca que parece un ramillete. Amo que sea zurdo, que vaya a todos lados con su reloj y agenda (tan Taurino), que se sonría con toda la cara (tan Geminiano), y que se enoje y se formen nubarrones arriba en el cielo y tengan que correr. Amo que cuando habla todos se callan, amo que se le hacen los guapos pero cuando él está, no se le animan. Amo que utilice palabras que nadie usa, que maneje mi temperamento con la habilidad de un malabarista. Amo cómo se viste, con una elegancia intachable. Siempre impecable.
Amo la dulzura con la que me explica cosas que desconozco, aunque parezca una rubia tarada. Me lo explica con la paciencia y la ternura de quien sienta en su rodilla a una niña perdida. Amo los sobrenombres con los que me llama.
Amo que escuche música que yo no escucharía porque soy más antigua que él, me encanta que me dedique canciones subtituladas en inglés.
Amo la pasión con la que me cuenta cómo vive su trabajo, cómo piensa o lo que piensa y que en medio de la conversación me gire el eje y me hable de lo mucho que le enloquece mi presencia.
Amo su sensibilidad, la emocionalidad que le brota en cada paso que da. Amo que me quiera proteger y ponerme detrás de él, cuando toda mi vida me dediqué a pelear en soledad.
Lo amo aunque le de vergüenza bailar, aunque sólo tome Levité de pomelo o Sprite, lo amo aunque no le guste el fútbol! y vaya al cine sólo como yo.
Amo que me haya cambiando la vida. Lo amo con esta intensidad desde hoy para toda la eternidad".
Por esas simples cosas me doy cuenta, cerré.
Amo su sensibilidad, la emocionalidad que le brota en cada paso que da. Amo que me quiera proteger y ponerme detrás de él, cuando toda mi vida me dediqué a pelear en soledad.
Lo amo aunque le de vergüenza bailar, aunque sólo tome Levité de pomelo o Sprite, lo amo aunque no le guste el fútbol! y vaya al cine sólo como yo.
Amo que me haya cambiando la vida. Lo amo con esta intensidad desde hoy para toda la eternidad".
Por esas simples cosas me doy cuenta, cerré.
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Las palabras nunca son inocentes